29 abr 2011

Hoy tocaba Cocina – (¡Qué gusto…!)


      Hoy hemos participado en la segunda clase de cocina del grupo Txiki-Torre. Como siempre, la convocatoria se hizo previamente extensiva a todo el colectivo, si bien los atrevidos que finalmente han atendido la cita son los cinco que, con los platos al frente, aparecen  sonrientes en la foto.
     Con la libertad de elección que tenemos establecida, y al objeto de dar gusto a los cocineros voluntarios de hoy, los tres platos que se han presentado, han estado a cargo (de elección, que no tanto de realización) de Txomin, Pedro y Rafa, aunque finalmente por necesidades del guión (interprétese como utilización de sobrantes varios), Manolo ha propuesto un entrante que hemos aceptado de muy buena gana. No era para menos, con el hambre que teníamos ya a mitad de la mañana...
     La verdad es que desde primera hora, y dentro del capítulo de formalizar el acopio de los ingredientes necesarios, daba gusto ver la frenética actividad de todos en el Eroski : que si hacemos la lista de las compras, que si compramos esto mejor que aquello, que no compremos tanto de lo otro, que luego sobra, que haría falta comprar anís, etc.
      Una vez en el txoko, y ante la exposición de las recetas, se han apreciado los diferentes gustos de los participantes, inclinándonos por platos sencillos, pero de medida elaboración, que han requerido de la dedicación activa de todos los presentes.
      La fase de elaboración ha tenido dos partes : la del corta y mezcla, y la del calienta, fríe y hornea. En el medio, y por eso de ajustar los tiempos hasta la hora establecida para sentarnos a la mesa, nos ha quedado un paréntesis que hemos aprovechado para darle gusto a los gaznates mediante la cata de unos txakolís en los bares del entorno.
      En el capítulo de la presentación de los platos, y aunque Rafa ha estado muy activo con el que gestionaba personalmente (el postre), requerimos la siempre positiva asistencia de Aitor, quien hace gala de su buen gusto para enlazar las formas y los colores de las distintas viandas asentadas en sus platos.
      Ya en la mesa, hemos disfrutado de los manjares, valorando cada plato con unas notas que quizás hayan sido muy generosas en algún caso y menos en otro. En cualquier caso, nos hemos relamido de gusto con cada plato.
      Como no podía ser de otro modo, cuando hay buen yantar tiene necesariamente que haber buen beber, circunstancia que se ha apreciado cuando hemos visto que las botellas de vino se vaciaban que daba gusto.
      Finalmente, para quedarnos totalmente a gusto  con la jornada gastronómica, y enlazándolo con las genuinas tertulias que surgen en las sobremesas, recurrimos a los cubatas y gin-tonics, que ponen alegre broche final a una ardua y laboriosa clase culinaria. Excepción también para estos casos, cuando la ginebra y el ron disputan los vasos con el Pipermín… En este apartado es Rafa quien le ha cogido gusto a realizar la mezcla de los licores con sus refrescos.
      Una vez terminado todo ello, Aitor y Manolo han gestionado la intendencia de situar en su sitio todos los utensilios, cuya utilización no hemos escatimado durante la jornada.
      Quedamos para la próxima clase. Mucho gusto de participar en esta reunión. Cómo no, el gusto es mío.
     

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