Nada que ver el titular con la Copa que al Final de cada encuentro gastronómico culminan su azaña los componentes de los Cursos de Cocina de nuestro "mundo", que en cada sesión mensual emulan y superan a los grandes prebostes de la arquitectura culinaria.
De lo que hablamos aquí es de esa centenaria competición futbolera, una de las consecuencias de que nuestro Botxo se ha dado en conocer en el univeso. Se trata de la gran gesta protagonizada por nuestro insigne Athletic Club de Bilbao, valedor del orgullo por lo propio, reflejado en su máxima expresión con su política de cantera.
Este torneo de Copa, cuya nomenclatura ha oscilado en función de quien ostentase la Jefatura del Estado, tuvo su inicio en 1.902 (consiguió el triunfo el Vizcaya y no el Athletic). Con este nombre de Copa del Rey hasta 1.932. Entre este y 1.936 copa de S.E. el Presidente de la República. No se disputó entre 1.937 y 39 por efectos de la contienda civil. De aquí a 1.976 reconocida como del Generalísimo y a partir de la temporada 76-77, nuevamente del Rey, hasta la presente, en que esperamos adjudicárnosla y que si nada cambia llevará igualmente, el título del Borbón.
A nuestro Club, no sólo se le reconoce deportivamente por sus triunfos (23) y 13 subcampeonatos de Copa; hay que añadirle también 8 primeros y 7 segundos puestos en Liga y numerosísimas participaciones internacionales. Singularmente está señalado por su filosofía, escenificada en competir con futbolistas de la casa.
Distinguida es su afición, que merece la admiración de todos los públicos por su fé, entrega, esfuerzo y respeto. Para qué hablar del seguimiento a esas finales. Sí, de aquellas que nos relatan nuestros mayores, cuando algunos, para sufragar gastos, empeñaban hasta los colchones.
¡Qué decir del trunfal surcar por la ría de nuestra emblemática gabarra!.
Con seguridad de que alguno de nosotros acudiremos a la próxima cita (aún sin señalar su día y escenario). Parece ser que el lugar ideal (Bernabeu) no lo quiere disponer Dn. Florentino. ¡Con la Iglesia hemos topado! podríamos aplicar. Por lo único que concedería la venia, sería por un puesto en el Consejo de Iberdrola. Se lo hemos propuesto al Presi Urrutia por si puede acceder. ¡Para qué somos de Bilbao!.
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