Después de varios meses sin visitar la zona, hoy de nuevo nos hemos situado en el Barrio de Miribilla, para impartir / recibir la clase de inglés que está reservada para los lunes.
No hay ninguna duda que una decisión de este tipo no precisaba nada más que una sencilla propuesta que pudiera ser seguida por varios de los alumnos, pero también hay que reconocer que tal consenso es fácil de conseguir cuando son ya tres o cuatro los crianzas que han llegado al gaznate, como ocurrió cuando se adoptó por unanimidad.
Sin embargo, lo que más paciencia requiere es asumir que el viaje desde Deusto hasta el citado Barrio de Miribilla sea casi como el tiempo que pueda destinarse en ir desde Bilbao a Donosti. Pero así son las cosas : autobús 71, varios kilómetros de recorrido urbano, con multitud de paradas requeridas bien por el rojo de los semáforos o bien por los deseos de viajeros que tienen un destino diferente al de los poteros.
No obstante, todo ello merece la pena cuando el inglés es fluido y sirve para practicarlo con agradables caldos, proponiendo clases de cocina, discusiones sobre incidencias en el blog Txikitorre, etc.
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