Vienes de un mar poco profundo,
Tranquilo, sereno,
Donde las algas se alimentan con deseos,
Y las caracolas bailan sin parar,
Tejiendo en morse mensajes de ensueño.
Una ola de sangre y sudor
Te ha arrastrado entre llantos de espuma
A esta orilla densa, dura, estable,
de luz cegadora,
y atmósfera tan fría.
Lloras, pataleas…tiemblas.
Tus brazos son molinos
Que luchan con fantasmas.
Te agitas con temblores que electrizan el aire.
Y tus dedos, aferrados a la nada, se crispan.
Cortan el cordón
Te ponen en mis manos, tu primera cuna,
Y yo, con nervioso cuidado,
te recuesto en mi pecho.
Piel con piel, columpio es mi regazo.
Un arrullo de besos te calma.
Los flases pintan arco iris en mis lágrimas.
Y luego río.
Río a la luna nueva,
Río a la estrella errante que describe en los cielos
el camino incierto que estrenamos juntas,
río a la suerte que me ha echado una gitana.
Marene, océano en mi mar,
Savia de luz, ola fresca,
Burbuja cálida en la arena.
Eres mi sal, mi gracia.
Eres flor para toda una vida.
(Rafisa)
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